La ocupación ilegal de viviendas ha crecido un 58% en los últimos cinco años, y se estima que hay más de 100.000 viviendas “okupadas” en nuestro país. Los trámites para expulsar a los moradores ilegales que han ocupado un inmueble, son farragosos y muy costosos. Las resoluciones judiciales pueden demorarse más de un año y las penas por usurpación de vivienda son muy leves.
La mejor medida SIEMPRE ES LA PREVENCIÓN, por lo que aconsejamos que protejas la entrada principal de tu segunda residencia, con una cerradura electrónica y una mirilla digital. AYR Opening Doors presenta un sistema de seguridad especialmente indicado para SEGUNDAS RESIDENCIAS.